¡Mira porqué no debes poner papel higiénico encima del inodoro antes de sentarse!
Los baños públicos pueden convertirse rápidamente en algo repugnante. Imagínese verse apurado y entras al baño y cuando abres la puerta. encuentras algo repugnante.
Por último, pregúntese si realmente necesitas ir allí después de todo! Quién sabe quién más se sentó en el inodoro antes que tu.
La respuesta parece obvia: un poco de papel higiénico en el asiento y hay al menos un obstáculo entre las nalgas y los microbios. Es mejor no estar en contacto con algo que fue salpicado anteriormente.
Nunca se debe poner papel higiénico en la repisa de la ventana, porque el recipiente es en realidad muy bien pensado. Durante mucho tiempo la gente pensaba que los inodoros sucios y cubiertos de microbios podrían atrapar todo tipo de infecciones gastrointestinales o peor.
Pero darles esta forma especial y tener una superficie especialmente lisa, los asientos de los inodoros, en realidad evitan que las bacterias se asiente allí. Al contrario, con el papel higiénico la historia es diferente.
Es probable que (casi) nunca se cierre la tapa del inodoro cuando se termina y luego tirar de la descarga. El resultado es que los microbios se dispersan en la habitación y también en el papel higiénico. Y a diferencia del bisel, el papel higiénico un lugar ideal para que los gérmenes se desarrollen.
El material permite que los microbios se aferren con mayor facilidad. Esto es precisamente por lo que el papel higiénico, infestado de gérmenes, usted lo tome con las manos y luego lo lleve a sus partes íntimas, lo que permite que las bacterias entren más fácilmente en su cuerpo.
Es lo mismo para los grifos y secadores de manos. La gente los usa después de hacer sus “cosas”, por lo que apunta a un nido de microbios. Manos “contaminadas”, corre el agua, el agua del lavado y al tocar el grifo que acaba de infectar.
También sucede con el secador de manos automático. Un estudio del 2014 muestra que este último vaporizan en gran medida los microbios. Los secadores de manos automáticos, por su función, rechazan el aire en la habitación y luego, difunde microbios y otras partículas en todas partes.
Además, después de lavarse las manos, el germen en lugar de ser eliminado por el dispositivo, es distribuido por todo el lugar generando en el aire más microbios. La mejor alternativa es el uso de hojas de papel, pues estos eliminan más gérmenes.
La próxima vez que use baños públicos, recuerda, no sentarse y planear colocar papel de baño, un pequeño paquete de pañuelos siguen siendo una de las mejores opciones.
Por último, pregúntese si realmente necesitas ir allí después de todo! Quién sabe quién más se sentó en el inodoro antes que tu.
La respuesta parece obvia: un poco de papel higiénico en el asiento y hay al menos un obstáculo entre las nalgas y los microbios. Es mejor no estar en contacto con algo que fue salpicado anteriormente.
Nunca se debe poner papel higiénico en la repisa de la ventana, porque el recipiente es en realidad muy bien pensado. Durante mucho tiempo la gente pensaba que los inodoros sucios y cubiertos de microbios podrían atrapar todo tipo de infecciones gastrointestinales o peor.
Pero darles esta forma especial y tener una superficie especialmente lisa, los asientos de los inodoros, en realidad evitan que las bacterias se asiente allí. Al contrario, con el papel higiénico la historia es diferente.
Es probable que (casi) nunca se cierre la tapa del inodoro cuando se termina y luego tirar de la descarga. El resultado es que los microbios se dispersan en la habitación y también en el papel higiénico. Y a diferencia del bisel, el papel higiénico un lugar ideal para que los gérmenes se desarrollen.
El material permite que los microbios se aferren con mayor facilidad. Esto es precisamente por lo que el papel higiénico, infestado de gérmenes, usted lo tome con las manos y luego lo lleve a sus partes íntimas, lo que permite que las bacterias entren más fácilmente en su cuerpo.
Es lo mismo para los grifos y secadores de manos. La gente los usa después de hacer sus “cosas”, por lo que apunta a un nido de microbios. Manos “contaminadas”, corre el agua, el agua del lavado y al tocar el grifo que acaba de infectar.
También sucede con el secador de manos automático. Un estudio del 2014 muestra que este último vaporizan en gran medida los microbios. Los secadores de manos automáticos, por su función, rechazan el aire en la habitación y luego, difunde microbios y otras partículas en todas partes.
Además, después de lavarse las manos, el germen en lugar de ser eliminado por el dispositivo, es distribuido por todo el lugar generando en el aire más microbios. La mejor alternativa es el uso de hojas de papel, pues estos eliminan más gérmenes.
La próxima vez que use baños públicos, recuerda, no sentarse y planear colocar papel de baño, un pequeño paquete de pañuelos siguen siendo una de las mejores opciones.
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